domingo, 17 de julio de 2011

Apuntes sobre la historia del primer edificio hospitalario de Carmen de Patagones


 Arriba de todo el hospital en funcionamiento, década del 30; en el medio el edificio en la actualidad, como sede de la UPSO; abajo Fernando Córdoba, inquieto investgador del patrimonio urbano de Patagones

El arquitecto Fernando Córdoba nos introduce en un estudio sobre los antecedentes históricos del primer hospital que tuvo Carmen de Patagones, en el edificio que hace pocos años fue reciclado para el funcionamiento de la sede local de la Universidad Provincial del Sudoeste (UPSO), sobre calle Lavalle.



El trabajo fue presentado por Córdoba en el marco de una nueva edición de la muestra “Crónicas de la arquitectura maragata”, que desde el próximo 26 de julio (tras el receso invernal) podrá apreciarse en dependencias del vicerrectorado de la Universidad Nacional del Comahue, en la calle Belgrano 60 de Viedma.
La exposición –que ya habíamos conocido hace 7 años- reúne una serie de fotografías a y apuntes a través de los cuales el ojo inquieto y crítico del arquitecto nos advierte sobre penosos atropellos sobre el patrimonio urbanístico de la ciudad más austral de la provincia de Buenos Aires.
En el folleto-catálogo el propio Fernando Córdoba presenta un texto de guía que acompaña al visitante. “Hoy transcurrieron 7 años de la primera muestra, aunque parezca poco tiempo mucho se ha hecho y discutido sobre el patrimonio urbano arquitectónico. Los ciudadanos están más consustanciados con la problemática, poco a poco se fueron sintiendo los verdaderos custodios de esta herencia. También surgió una especie de moda de rescatar casas antiguas por lo que muchos jóvenes son hoy los que vuelven a vivir en el Casco Histórico Maragato”.
Advierte enseguida que “a pesar del tiempo transcurrido el principal problema respecto de la preservación sigue siendo la concientización, formar conciencia de nuestro pasado y del valor del mismo”.
Introduce también un párrafo de tono severo hacia la actitud de los gobernantes. “Los políticos también han aportado lo suyo, más que un conocimiento, que un compromiso real y genuino con el patrimonio, han encontrado en este tema un beneficio político. En este sentido en los últimos años se reveló una importante contradicción por parte de las personas que nos gobiernan, con el mismo fervor que preservan a la vez destruyen”. ¿Hace falta mencionar explícitamente que se refiere a los recientes atropellos contra el casco histórico de Patagones con la demolición de lo que fue ‘BarArte’ y la insólita construcción de la oficina de informes turísticos?
La comisión pro hospital
Con el propósito de revalorizar el edificio ocupado actualmente por la UPSO, una pieza de valor significativo en el conjunto urbano maragato, Córdoba realizó una paciente investigación en antiguos periódicos, de fines del siglo 19, así como en las actas de las sesiones del Honorable Concejo Deliberante de Patagones. Los datos obtenidos le permitieron establecer fechas de los hechos y nombres de los protagonistas en torno a la construcción del primer hospital de Carmen de Patagones, el primer centro sanitario de real importancia en la región.
Lo que sigue es la trascripción de varios fragmentos de su texto.
“Las primeras gestiones para construir un hospital datan del año 1874 en que la entonces Corporación Municipal le solicita, al Ejecutivo Provincial, fondos para la construcción del edificio. Si bien se aprobó una subvención para el sostenimiento de un hospital la misma nunca se concretó debido a que la provincia agotó la suma asignada que se imputaba para este gasto.
Dadas las dificultades que padecían los enfermos en el año 1881 el Consejo de Higiene Pública intenta nuevamente considerar la construcción de un hospital y, como sucedió anteriormente, sin ninguna respuesta.
Es recién en el año 1888, más precisamente el 7 de agosto, en que se cristaliza esta idea. Se forma una comisión provisoria con los vecinos más representativos del pueblo, quienes deciden convocar a los habitantes de los pueblos de Patagones y Viedma con el fin de conformar una comisión ejecutiva que arbitre los medios para fundar un hospital general que sirva a ambas poblaciones. De esta manera el 15 de agosto de 1888 se formó una comisión, que se denominó Comisión Ejecutiva y Consultiva encargada de llevar a cabo la construcción del hospital”.
Describe luego los nombres, cargos y representación de cada uno de los integrantes de ese cuerpo, cuyo presidente fue Francisco Martínez Ruiz, de la Sociedad Española; como vice Marcelino Crespo, nombrado por el pueblo; como tesorero Ignacio León, por la municipalidad de Patagones; secretario Benito Crespo, por el pueblo; primer vocal Nazario Contín, por la municipalidad de Viedma; vocal segundo Francisco Costas, por el pueblo; y vocal tercero Graciano Ferrero, por la Sociedad Italiano de Socorros Mutuos. Había, demás, una comisión consultiva, integrada por los vecinos Luciano Domínguez, Gervasio Olivera, Isaías Crespo y Antonio Costerg.
Planos y elección de terrenos
Sigue explicando Fernando Córdoba que los avances hacia la ansiada construcción del Hospital del Río Negro (nombre que lo identificaba con las dos poblaciones, sin distinciones) fueron lentos y mientras en diciembre de 1889 la Corporación Municipal cede una manzana de terreno para la edificación y otra para poner en remate a los efectos de reunir fondos, casi al final de ese año, el 28 de diciembre, el gobierno provincial destinó 5 millones de pesos para las obras.
En las primeras semanas de 1890 se contrata a Emilio Cabello, constructor de Bahía Blanca, para la confección de los planos, que realiza sin costo alguno. Pero, por separado, la comisión aprobó los planos elaborados por el agrimensor municipal César Catani. Un poco después, el 6 de mayo del mismo año, se resolvió plantar el futuro hospital en las manzanas 11 y 12 unidas, entre la calles Sarmiento y Lavalle, clausurando la calle del Carmen en ese tramo, con lo cual la mencionada arteria (años más tarde bautizada como Comodoro Rivadavia) arrancaría en la puerta misma del centro de salud, enfrentada al casco céntrico del pueblo en crecimiento.
“El 16 de junio de 1890 se adjudica una parte de la obra al constructor Luis Bajo (también se presentó a la licitación don Juan Borassi) se decide construir la sala de menor costo, con comodidad para alojar 15 enfermos, con el fin de habilitarla lo antes posible. La Comisión Ejecutiva designa miembros de la Comisión de Vigilancia de la obra a los señores Napoleón Papini, Isaías Crespo, Gervasio Olivera” apunta después Córdoba.
Se produce, en junio, la renovación de la mencionada Comisión Ejecutiva, cuya presidencia pasa a ocupar Benito Crespo; y el 9 de julio de 1890 se coloca la piedra fundamental de la obra, con lo cual se inicia finalmente la construcción. Hubo en esa jornada, día de Fiesta Patria, una ceremonia encabezada por el presidente de la Corporación Municipal, Ignacio León, acompañado por la religiosa Juana Borgna, del grupo inicial de hermanas de María Auxiliadora llegadas a Patagones poco tiempo antes, quienes asumieron el rol de padrinos de la obra.
De los datos recogidos en archivos periodísticos Fernando Córdoba destaca que “el acto se inició con un discurso del escribano público don Genaro Olivera en nombre de la comisión y en la bendición y colocación de la piedra fundamental, la misma consistió en un cubo de ladrillos revocado con cemento, situado en los cimientos del edificio donde hoy se encuentra la puerta de acceso frente a la calle General Lavalle. En su interior se colocaron, en una caja de cedro forrada en plomo, una redoma de cristal con el acta de la ceremonia levantada por don Genaro Olivera y conjuntamente un ejemplar del plano del edificio, un programa de las fiestas que se celebraron, un ejemplar de la constitución de la Provincia, uno de la gloria argentina 7 de marzo y una medalla conmemorativa de la citada ceremonia. Finalizado el acto cerró la ceremonia y declaró inaugurada la obra del hospital don Isaías Crespo, miembro de la comisión”.
Una demorada inauguración
La tan esperada obra avanzó muy lentamente y estuvo concluida recién… ¡15 años después!
El 1 de diciembre de 1905 se pusieron en funcionamiento regular los servicios del Hospital General del Río Negro, cuyas amplias y bien ventiladas instalaciones constituían el principal centro de salud de las dos poblaciones, aventajando en infraestructura al Hospital San José edificado por los salesianos en la esquina de las actuales Alvaro Barros e Yrigoyen, en Viedma.
En 1925 se produjo el cambio de nombre y pasó a llamarse Hospital Municipal de Patagones. Durante la década del 30, cuando era presidente de la Nación el general Agustín P. Justo, el nosocomio maragato fue rebautizado como Ana Bernal de Justo, maragata, esposa del primer mandatario y benefactora de la institución.
En 1960, bajo la gobernación de Oscar Alende y siendo intendente municipal de Patagones Juan Cocce, se inició la obra del moderno hospital de dos plantas, enfrente de las vías del ferrocarril, que sería inaugurado en 1964, durante la gestión del intendente Leonardo Costas.
El viejo edificio de la calle Lavalle fue cedido entonces a la incipiente Escuela Profesional Mixta, que más tarde recibió el nombre de Islas Malvinas; el ala izquierda se destinó a un hogar para niños y la derecha al Centro Educativo Complementario.
La obsolescencia del inmueble provocaba numerosos inconvenientes cuando, a fines de 1996, ya estaban terminados los modernos edificios construidos por la provincia para reubicar la escuela de Enseñanza Media Islas Malvinas y el Centro Educativo.
Un año más tarde, ante el pedido de la Asociación Civil Universitaria de Patagones, el Honorable Concejo Deliberante autorizó la cesión del edificio, en donde se realizó una importante intervención (incluyendo la reconstrucción de la fachada, en una segunda etapa) para dotarlo de comodidades acordes al uso estudiantil universitario.
Transcurrieron 121 años desde la colocación de la piedra fundamental y 106 desde la apertura de aquel histórico hospital, hoy el edificio enriquece el patrimonio arquitectónico de la ciudad y sigue prestando servicios a la comunidad.